Un accionar inhumano ocurrió en Venado Tuerto la semana pasada. Esos que te hacen descreer en las personas. El jueves 11 de enero, el propietario de un depósito de materiales, notó movimientos en un bolsón de escombros; revisó y encontró una perra galga, de edad avanzada, que había sido enterrada viva. La perrita estaba en muy malas condiciones y falleció el viernes 12.
Estaba en shock, deshidratada y con lesiones por compresión. Además, tenía el hocico atado con una soga. Pese a los intentos veterinarios por curarla, no resistió.
Luego de investigaciones policiales y revisión de cámaras de seguridad, se determinó quiénes eran sus dueños. Integrantes del Instituto Municipal de Salud y Convivencia Animal (Imusca) presentaron en Fiscalía una denuncia para que se sancione a los que le hicieron semejante daño, de acuerdo a la Ley 14.346 que estipula penas que van desde 15 días a un año de prisión.
Imagen representativa. No es ético periodísticamente mostrar cómo estaba la perra.