Tiene 13 años y andaba con una tumbera a la madrugada: ¿y su familia?

A las 00.05 horas del 14 de julio de 2024, personal de Comando Radioeléctrico de Reconquista observó un grupo de jóvenes en calle Pueyrredón, entre sus pares 52 y 56, en el distrito IT. Durante su patrullaje, uno de los jóvenes arrojó un objeto hacia la cuneta, lo que despertó la sospecha de los agentes.

Ante la voz de alto, el grupo se dispersó en diferentes direcciones, pero los oficiales lograron interceptar al chico que arrojó el objeto. Resultó ser un menor de 13 años.

Tras revisar sus pertenencias, se encontró una tarjeta color verde del banco de Santa Fe Visa. Además, a pocos metros del lugar, se recuperó el objeto arrojado, que resultó ser un caño galvanizado amarillo, con una goma de bicicleta en el medio y otro pedazo de caño galvanizado más corto, configurando un arma de fuego de fabricación casera, conocida como «tumbera».

Los agentes procedieron al secuestro preventivo de estos tres elementos.

El menor fue trasladado a la sede policial, donde se dio conocimiento al personal del área de la niñez. Se dispuso que el menor fuera entregado a sus progenitores, quedando bajo su guardia y responsabilidad. A las 7:25 horas, la madre del menor se presentó en la sede policial para retirar a su hijo.

Ahora nos preguntamos: ¿qué hace un menor de 13 años a esas alturas de la noche con un arma de fuego? ¿Por qué su madre lo retiró de la comisaría tantas horas después? ¿Por qué la justicia lo entrega a una familia que lo deja vagar con tan poca edad?