Semanas como la que pasó, con abundantes lluvias, ponen en evidencia el abandono de la Ruta Provincial 31 en el tramo que conecta Tartagal e Intiyaco, generando serios inconvenientes para comerciantes, docentes, productores y otros usuarios que dependen de esta vía.
El trayecto de 22 kilómetros, que quedó en movimiento de suelo y nunca fue pavimentado, se convirtió en un problema recurrente, agravado por la falta de mantenimiento y decisiones concretas del gobierno provincial, antes de Perotti y ahora de Pullaro (sin ir más atrás en el tiempo).
Según vecinos y usuarios frecuentes, la ruta se torna intransitable cada vez que llueve e impide el tránsito seguro. Pone en riesgo los vehículos que deben circular a baja velocidad para evitar daños. Ni hablar de cuidar la vida de quienes la recorren.
Tartagal, uno de los pueblos más afectados, exige respuestas inmediatas. Desde la comunidad señalan que es urgente que las autoridades locales, formulen un reclamo formal a la provincia. «Es una ruta clave para nuestra economía y nuestras actividades cotidianas. Necesitamos una solución definitiva, sin parches», expresó un comerciante de la zona.