En la noche del domingo, Jesica Fossati, de 24 años, llegó a la Clínica San Roque, ubicada en el centro de Vera, con su bebé recién nacido sin vida.
Según los primeros informes médicos y judiciales, el cuerpo del pequeño presentaba múltiples heridas de arma blanca, lo que llevó al fiscal de turno, Alejandro Rodríguez, a ordenar la realización de una autopsia inmediata.
El examen forense confirmó la presencia de siete lesiones punzocortantes.
Las primeras horas de investigación apuntaron directamente a la madre, quien permanece internada bajo custodia policial en el mismo sanatorio.
Los defensores de la joven revelaron que el nacimiento se produjo en condiciones precarias, posiblemente inducido por la propia mujer, quien estaba cursando estudios de enfermería.
Según explicaron los abogados, el bebé habría nacido con aproximadamente siete meses de gestación.
En sus declaraciones, los médicos no descartaron que la mujer pudiera haber sufrido una psicosis puerperal, un trastorno psiquiátrico asociado al posparto, aunque también señalaron la posible influencia de factores externos, como presiones o amenazas por parte del presunto padre del bebé.
«Es una situación compleja. Ella llegó a ocultar el embarazo durante siete meses, lo que indica que había algún tipo de conflicto emocional o externo», señalaron.
La investigación y el proceso judicial
El caso, que en un principio estuvo bajo la órbita del fiscal Rodríguez, pasará en breve al fiscal Leandro Benegas, quien llevará adelante la audiencia imputativa y el pedido de medidas cautelares.
Hasta el momento, la principal hipótesis apunta a un homicidio agravado por el vínculo.
“Estamos recolectando evidencia en tiempo real. La autopsia indica que se trató de una muerte provocada, pero no descartamos la posible participación de un tercero”, explicaron los fiscales.
La audiencia imputativa está programada para este martes en los Tribunales de Vera.
