Aumenta la informalidad laboral en Argentina: cuatro de diez trabajadores jóvenes no tienen aportes y cobran hasta un 46% menos

En un contexto de precarización laboral -algo que no es del gobierno actual, si no de la misma idiosincrasia argentina y data de varias décadas atrás-, los informes publicados en diciembre de 2024 por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA presentan un panorama alarmante sobre el empleo en Argentina.

Estos documentos destacan tanto la persistencia de altos niveles de informalidad laboral como la lenta recuperación del empleo formal tras meses de caídas.

La informalidad laboral: una constante preocupante

Según el informe titulado “Panorama del empleo asalariado informal y la pobreza laboral”, la tasa de informalidad entre los asalariados alcanzó el 36,7% en el tercer trimestre de 2024, marcando un aumento interanual de un punto porcentual.

Este indicador refleja que casi cuatro de cada diez trabajadores en relación de dependencia no están registrados en la seguridad social, lo que los excluye de derechos básicos como la jubilación y la cobertura por riesgos laborales.

Este nivel de informalidad es el más alto registrado desde la pandemia y revela una problemática estructural: desde 2003, la tasa nunca ha descendido del 32%.

El informe también destaca diferencias significativas según el género, la edad y el nivel educativo. Las mujeres presentan una tasa de informalidad del 38,9%, cinco puntos porcentuales más que los hombres (34,2%).

Además, los jóvenes de entre 16 y 24 años son el grupo más afectado, con una incidencia del 64%, más del doble de la media nacional. En este sentido, el nivel educativo es un factor determinante: los asalariados con estudios universitarios completos tienen una tasa de informalidad del 15%, frente al 56,4% de aquellos que no completaron el nivel secundario.

 

La situación del empleo formal

Por su parte, el informe “Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones” describe una leve estabilización tras un periodo de contracciones. En septiembre de 2024, el número de asalariados registrados en la seguridad social ascendió a 10,145 millones.

Aunque esto representa un incremento mensual, el empleo formal total acumuló una pérdida de 183 mil puestos desde noviembre de 2023. Esta caída fue especialmente marcada en el sector privado, donde se registró una contracción del 2% en los primeros nueve meses del año.

El informe también resalta la desigual evolución del empleo formal entre sectores. Mientras que rubros como el comercio y la construcción mostraron ligeras mejorías en los últimos meses, sectores como el transporte y los servicios personales continuaron con cifras negativas.

En términos regionales, provincias como Tierra del Fuego y Misiones registraron aumentos significativos, mientras que Chubut y Río Negro experimentaron caídas.

 

Impacto en ingresos y pobreza laboral

La informalidad no solo excluye a los trabajadores de la protección social, sino que también genera una brecha salarial significativa. Esto supone que los asalariados informales ganan, en promedio, un 46% menos que sus pares formales con características similares.

Esta desigualdad se traduce en una mayor vulnerabilidad económica: el 59% de los trabajadores informales perciben ingresos inferiores al costo de la canasta básica, en comparación con solo el 8% de los asalariados formales.

La pobreza laboral también es más frecuente entre los trabajadores informales. En el segundo trimestre de 2024, el 63% de los asalariados informales vivían en hogares pobres, frente al 27% de los formales. Estas cifras reflejan una asociación directa entre informalidad, bajos ingresos y condiciones de vida precarias.

 

Comparación entre empleo público y privado

El informe destaca diferencias entre el empleo público y el privado en 2024.

Mientras que el empleo asalariado público registró una caída acumulada del 1,1% desde noviembre de 2023, equivalente a una pérdida de 39 mil puestos, el sector privado sufrió una contracción más pronunciada del 2%, lo que representa 119 mil empleos menos en los primeros nueve meses del año.

Sin embargo, en septiembre de 2024, ambos sectores mostraron signos de estabilización: el empleo público no registró variaciones significativas, y el empleo privado mostró un leve aumento del 0,15% respecto al mes anterior.

 

Perspectivas y desafíos

Los informes de EDIL subrayan la necesidad urgente de implementar políticas públicas que promuevan la formalización del empleo y reduzcan las desigualdades en el mercado laboral. La persistencia de la informalidad y las brechas salariales no solo afectan a los trabajadores directamente implicados, sino que también limitan el desarrollo económico y social del país.

La formalización del empleo, acompañada de medidas para mejorar la educación y capacitar a los trabajadores, podría ser un camino hacia una mayor inclusión y equidad. Sin embargo, estos esfuerzos requieren un compromiso sostenido tanto del sector público como del privado para revertir tendencias que han persistido durante décadas.

 

Conclusión final

En síntesis, los informes de EDIL presentan un diagnóstico detallado del empleo en Argentina durante 2024. Destacan la persistencia de altos niveles de informalidad laboral y una lenta recuperación del empleo formal tras meses de contracción.

La informalidad afecta principalmente a mujeres, jóvenes y trabajadores con menor nivel educativo, con consecuencias directas en los ingresos y la pobreza laboral.

Mientras tanto, el empleo formal mostró diferencias significativas entre el sector público y privado, siendo este último el más afectado por las fluctuaciones económicas.

 

Fuentes:

  • Informe «Panorama del empleo asalariado informal y la pobreza laboral», EDIL-IIEP, diciembre 2024.
  • Informe «Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones», EDIL-IIEP, diciembre 2024.