Lucas Verdún, un policía de Reconquista, fue el primero en asistir a la familia que fue embestida por un automóvil en Rosario. «Me contuvo y eso vale mucho», dijo el hombre que perdió a su mujer e hija

En la tarde noche del martes 21, una familia cordobesa vivió un episodio trágico mientras paseaba en Rosario. Un Peugeot 206 que circulaba a 120 km/h, el doble de la velocidad permitida, atropelló a Tania Gandolfi y a su hija Agustina García, de 16 años, mientras esperaban para cruzar en la esquina de Wheelwright y Presidente Roca. Ambas murieron en el acto debido al impacto.

El hecho ocurrió en pleno centro de la ciudad, en una zona ribereña muy concurrida al atardecer. Según testigos, el vehículo, conducido por Agustín López Gagliasso, de 20 años, habría estado corriendo una picada con una moto. En un video subido a redes sociales, se ve cómo su novia iba en su regazo mientras manejaba.

Tras perder el control en la salida del túnel Illia, el auto subió a la vereda y arrolló a la familia. Victoria, de seis años, sufrió traumatismos graves y fue trasladada al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde ya pasó a sala común.

Diego García, padre de las niñas y esposo de Tania, fue el único que resultó ileso. Debió ser asistido psicológicamente porque estaba en shock.

Agustín López ya tiene antecedentes por exceso de velocidad y alcoholemia. Fue imputado este viernes 24 por homicidio simple con dolo eventual, agravado por la pluralidad de víctimas y la velocidad en eje urbano.

 

Lucas, el primer policía que llegó a la escena y contuvo a Diego

Lucas Verdún, un hijo de Reconquista, fue la primera autoridad en llegar a la escena. Asistió a Diego y a la hija más chica.  «Vi la tragedia, lo vi a Diego y traté de contenerlo», explicó a Cadena 3. El joven estaba realizando un control urbano a pocos metros de allí.

A pesar de que al día siguiente tenía franco, decidió quedarse junto al hombre dado el estado psicológico en el que se encontraba y para seguir de cerca la evolución de Vicky, la nena de 6 años. También relató cómo el asesino al volante se preocupó por el automóvil y ni se inmutó por las muertes que había causado.

«Lucas fue un ángel, me cayó del cielo y me contuvo en el peor momento de mi vida», relató a Telefe Noticias Rosario Diego. «Fueron milésimas de segundos, alcancé a agarrar a Vicky», continuó.